Breve reseña histórica
Muy poco se sabe de la historia textil de Chiloé. Existen registros de que a la llegada de los españoles ya existían tejidos, pero se desconoce cómo se hacían. Estos tejidos se confeccionaban con pelo de camélidos nativos, que fueron exterminados y reemplazados por las ovejas introducidas por los conquistadores.
Durante la colonia la confección de tejidos y la elaboración de tablas fueron las principales actividades con que la población indígena debió pagar tributos a los españoles bajo el sistema de encomienda. Los tejidos también fueron parte importante del flujo comercial entre estos territorios americanos con España.
Del continente llegaban cargamentos de azúcar, sal, añil y otros productos, mientras del Archipiélago salían principalmente maderas nobles, pescados, jamones y tejidos.
Existen relatos que nos dan luces de los tipos de tejidos que se hacían y del uso del telar en forma vertical desde hace siglos.
“En quanto á texidos, ... Los que hacen en Chiloé son todos de lanas: … Estos son trabajos de solas las mujeres… Extienden todo el urdimbre, y lo aseguran en solo unos palos, y tomando y dexando hebras con los dedos, forman todas las labores. De este modo hacen también las colchas, o sobrecamas, que llaman Bordadas, y lo son en realidad, por los dibuxos grandes y muy curiosos, con variedad de colores, que echan en ellas”.1
Durante la República se da origen a la pequeña propiedad campesina, con igualdad de derechos para blancos, mestizos e indígenas. Chiloé se desarrolla sin mayor intervención del Estado, con un modelo de economía de subsistencia, en el que prevalecen formas de trabajo comunitario, solidario y recíproco.
La minga: “es una reunión de amigos y vecinos para hacer algún trabajo gratuito en común, con la única remuneración de una comilona pagada por el que encarga el trabajo”.2
Este mecanismo de cooperación ayuda al chilote a enfrentar sus necesidades. Ejemplo de esta tradición es la minga de hiladura, en que entre vecinas se reúnen para hilar la lana de una de ellas.
En 1880 aproximadamente comienza un éxodo masivo de chilotes hacia Magallanes, Aysén y la Patagonia argentina en busca de trabajo en las estancias ganaderas o para colonizar la región, lo que genera un estrecho vínculo con esta zona y al acceso a lanas de muy buena calidad.
En la década de 1960 a nivel global surge mucho interés por los valores identitarios de los pueblos y por lo tradicional.
Chiloé atrae estudiosos como Isidoro Vázquez de Acuña, quien hace una descripción detallada de los tejidos y la forma de tejer de los chilotes, muy semejante a la que aparece descrita siglos antes.3
Castro fue declarado a mediados de la década de 1960 Puerto Libre de Impuestos, esperando dar un impulso económico, esto implica la llegada de muchos productos que afectan la moda y los gustos de la población.
Recién en la década de los setenta del siglo XX se abre un proceso de modernización económica, con la conexión de Chiloé por vía terrestre (vía ferry) en 1964.
Finalmente, en la decada de los ochenta se instala en Chiloé la industria salmonera, lo que se traduce en grandes cambios de toda índole: económicos, sociales, culturales y ambientales.
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