
La dimensión de las frazadas es variable, pero su medida más usada es de 180 x 140 cm (Una plaza y media).
Todas las frazadas catastradas son tejidas con lana blanca con aplicaciones de colores, entre los más usados están el rojo, rosado, verde, amarillo y los menos usados son el anaranjado, el azul, el blanco y el marrón.
Por lo brillante e intensos de los colores aplicados en las tinciones, se deduce su origen químico, aunque pueden existir excepciones en los tonos marrones, verdes y amarillos, que son los colores que se obtienen de tintes vegetales en Chiloé.
El uso del color rojo es predominante en la paleta de tintes usados en las frazadas y se hace más evidente en la medida que los tejidos son más antiguos. No se han encontrado evidencias del uso de algún tinte rojo anterior a las anilinas, pero es posible que dentro del estrecho intercambio que existió con Perú llegara la cochinilla Dactylopius coccus, y que su uso influyera en la marcada preferencia por el color rojo y sus variaciones.